El brócoli es el único alimento que siempre ha estado presente en la ‘Griffin Nutritional Quality Index’ publicada por la Universidad de Yale y que recoge una lista de alimentos ordenados por su valor nutricional y beneficios en la prevención y tratamiento de enfermedades. Aparecen puntuados del 1 al 100, y el brócoli siempre se ha llevado la nota máxima. Es uno de esos alimentos funcionales o nutraceúticos, más conocidos popularmente como superalimentos.

Este es el principal motivo que ha llevado a Miguel Ángel Almodóvar, investigador y periodista especializado en nutrición, a convertir a esta verdura en la protagonista de su ponencia ‘El brócoli como una de las bellas artes’, que formará parte del programa del V Congreso de Gastronomía y Salud. Ha combinado su labor como investigador en el CSIC y CIEMAT con etapas centradas en el periodismo, dirigiendo y presentando espacios televisivos como ‘España paso a plato’ o ‘Cómo curan los alimentos’. Ha publicado más de una veintena de libros, es colaborador del Canal Cocina, escribe en la web ‘A Fuego Lento’ y participa en el programa radiofónico ‘Madrid Directo’. Un profesional experto que tratará de adentrar a todos los asistentes en el fabuloso y desconocido mundo del brócoli.

¿Cuáles son esas flamantes virtudes del brócoli?

Es una magnífica fuente de vitaminas A, C, B1, B3 y E y ácido fólico, además de rico en minerales como calcio, magnesio, potasio, zinc, yodo y hierro; pero su mayor aval nutricional y terapéutico se debe a su potencial antitumoral debido a su riqueza en elementos fitoquímicos azufrados. El brócoli es una barrera contra procesos tumorales, protege el sistema cardiovascular, ayuda a eliminar el colesterol malo del organismo, regula los niveles de glucosa en sangre, contribuye a la prevención de la hipertensión arterial, ayuda a eliminar toxinas purificando la sangre y la piel, da vigor a los huesos, ralentiza enfermedades degenerativas como las cataratas, fortalece el sistema inmunológico…

¿Cada cuánto deberíamos comer brócoli?

Como mínimo, una vez por semana, pero lo ideal sería consumirlo a diario, a excepción, eso sí, de personas con problemas de tiroides por su contenido en yodo, o crudo en los casos de afecciones renales. Excepciones. Para la inmensa mayoría de la población, el brócoli es un formidable botiquín de salud y una eficaz herramienta de prevención de enfermedades.

El brócoli no es precisamente uno de los alimentos más populares entre la población. ¿Por qué?

Buena parte de esa mala fama ha nacido y se ha desarrollado en Estados Unidos. Empezó cuando George H. W. Bush alcanzó la presidencia en 1989 y casi acto seguido declaró que se había pasado la vida comiendo brócoli por exigencias de su madre, de sus novias y de su esposa, pero que una vez alcanzado el POTUS, acrónimo en inglés de Jefe de Estado y de Gobierno, el brócoli se lo iba a comer Rita la cantaora, o su equivalente en EEUU. Pero el tiro de gracia se lo dio la serie ‘Los Simpson’, ya que en el capítulo en el que Homer muere dos veces al tratar de ingerir un ramito, el médico de la familia, Dr. Julius M. Hibbert, sentencia respecto al producto: “… es una de las plantas más mortales de la tierra, aunque ella trata de advertirnos de tal cosa con su pésimo sabor”.

¿Alguna receta deliciosa con el brócoli como protagonista?

Me chiflan las hamburguesas de brócoli que prepara Margarita García, la autora del libro ‘La dieta… ¡que sea mediterránea!’ y con quien colaboro en radio semanalmente. Con un exterior crujiente y un interior delicadamente húmedo, que lleva a sabores de tierna verdura abrazada por cebolla y jengibre caramelizados y abren la puerta al almendrado agudo de las semillas de mostaza convertidas en pequeñas y rebosantes explosiones empapadas de personalidad, elevan a lo más alto de los olimpos gastronómicos a esta sencilla y saludable receta, que, además, entusiasma a los más pequeños y les hace concebir el brócoli de manera amable y divertida.

Otra receta que me entusiasma y que es de lo más resultón para la chavalería es la pizzeta de brócoli que prepara Olga Anikina, la chef rusa del restaurante ‘Nou Embolic’, en Pinoso, Alicante, y que hace a base de tallos tiernos y flores de brócoli, mantequilla, mozzarella, melocotón macerado, salmón en salazón, carne de pimiento choricero y pasta de ajo negro. Una gozosa explosión se texturas, sabores y aromas.