Una de las paradojas del ser humano radica en su necesidad al mortal oxígeno. Este elemento es fundamental para vivir, sin embargo, poco a poco nos va destruyendo. El simple hecho de respirar hace que nuestras células produzcan radicales libres que, acrecentado por factores externos como la contaminación ambiental o ciertas medicinas, contribuyen a la oxidación de nuestro organismo. Si no se controla de forma adecuada, puede provocar envejecimiento prematuro, trastornos metabólicos, enfermedades degenerativas o problemas de corazón, entre otros. La mejor solución posible es llevar un dieta rica en antioxidantes, que neutralizan las moléculas de oxígeno inestable aportándoles de nuevo ese electrón que han perdido.

Estos son algunos de los alimentos naturales más ricos en antioxidantes:

1. Frutos del bosque

Debido a su color azulado, rojo o morado, los frutos del bosque poseen un fuerte antioxidante conocido como antocianina, un pigmento capaz de bloquear la acción de los radicales libres, ralentizar el envejecimiento celular y combatir las infecciones urinarias. Asimismo, son una fuente extraordinaria de vitaminas A y C, dos antioxidantes que refuerzan nuestro sistema inmunológico y ayudan a la regeneración de los tejidos.

2. Tomate

Uno de los alimentos antioxidantes por antonomasia gracias a su alto contenido en licopeno, que necesita ir acompañado de una grasa saludable como el aceite de oliva para poder ser absorbido de forma eficaz. Una ración de tomate posee el 20% de la vitamina C diaria recomendada, y casi la mitad de la vitamina A.

3. Cacao

Contiene flavonoides como la procianidina o la epicatequina, que reducen los efectos negativos de los radicales libres. Es antiinflamatorio, ayuda a combatir las pérdidas de memoria y previene enfermedades cardiovasculares. Para poder disfrutar de sus propiedades antioxidantes del chocolate, este debe tener una pureza superior al 80% y no poseer azúcares añadidos.

4. El mundo vegetal

No es de extrañar que las verduras sean uno de los pilares fundamentales de la dieta mediterránea, y es que entre sus muchas propiedades beneficiosas para la salud encontramos sus capacidades antioxidantes. El brócoli, por ejemplo, es uno de los productos estrella en este campo gracias a su alto contenido en sulforanano, vitamina C, glucosinolatos, isotiocianatos e índoles. Asimismo, otros alimentos como la acelga, la espinaca, la coliflor, la zanahoria o la calabaza ayudan también a combatir los efectos negativos de los radicales libres.

4. Frutos secos

Nueces, almendras, pistachos, avellanas…, todos ellos son ricos en ácido elágico, selenio, vitamina E y ácidos grasos omega-3. Perfectos para acompañar nuestros platos y ensaladas.

5. El vino

Siempre tomado en su justa medida, los antioxidantes del vino ayudan a reducir la inflamación, mejoran el riego sanguíneo y protegen las células de la oxidación y el deterioro.

 

Zaragoza, 21 de agosto de 2018