El pan es uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea, con una gran cantidad de nutrientes y beneficios para la salud. En su afán por impulsar el consumo de este producto, Panishop ha organizado un taller con cata dirigido a los más pequeños de la casa, que se celebrará el día 15 de noviembre en el V Congreso de Gastronomía y Salud.

Elisa Luengo y Guillermo Saldaña, del departamento de I+D+i, serán los encargados de dirigir esta divertida actividad, donde los niños aprenderán y lo pasarán en grande. Durante el taller, se hará un breve repaso por todas las etapas de elaboración del pan, se hablará de los distintos cereales y harinas que se pueden utilizar, se explicará cómo se obtiene la harina, qué es la levadura industrial y en qué consiste la masa madre. Asimismo, los niños podrán desgranar una espiga y moler los granos para elaborar harina.

Tras la explicación teórico-práctica, probarán pan rápido y pan lento hecho con masa madre de cultivo. “En este punto, empezaran a darse cuenta de los matices y diferencias entre tipos de panes según su elaboración”, explica Guillermo Saldaña. Además, “irán conociendo los distintos cereales con los que se elaboran panes y, de nuevo, los aromas y sabores que pueden notar”, añade.

Finalmente, se les ofrecerá un pequeño almuerzo con dos panes diferentes, uno de multicereales, pan Celta, y otro elaborado con trigo duro aragonés, pan Ordesa. Los panes irán acompañados de jamón, tomate y queso, “lo que supone un almuerzo fácil de preparar, apetitoso y nutritivo”, indica Saldaña.

La reivindicación del pan

Desde Panishop afirman que “en España se consume cada vez menos pan, aun cuando es considerado un alimento básico de una dieta equilibrada”. Para devolver este alimento al lugar que merece, “hay que empezar con los niños. Si estos se acostumbran a tener unas pautas de alimentación saludables, las podrán mantener de adultos”, incide Saldaña.

Lo primero que debe tener un buen pan es que debe ser apetitoso. “De nada sirve que tenga unos atributos nutricionales muy buenos si al comerlo no es agradable”, asegura. Se debe prestar atención a los aromas, los sabores, las texturas, la miga, la corteza..; así como a los valores nutricionales que este ofrece: contenido en fibra, azúcares libres, proteína fácilmente digestible, etc.

A este respecto, desde Panishop quieren poner en valor el pan elaborado con masa madre de cultivo. “Se estima que hay alrededor de diez millones de levaduras salvajes y mil millones de bacterias acidolácticas en cada gramo de masa. Todos estos microorganismos producen diferentes efectos durante las largas fermentaciones de los panes elaborados con masa madre. “El azúcar se transforma en ácidos orgánicos, disminuyendo el índice glucémico, creando conservantes naturales frente a mohos y ayudando una mejor absorción de los minerales de los cereales. Por otro lado, los microorganismos predigieren las proteínas del pan, lo que da lugar a panes menos pesados”, concluye Saldaña.